Compañeros debemos concientizarnos de la importancia de nuestra profesión, sentirnos orgullosos y sobre todo enseñar, educar y guiar con el corazón.
Quise publicar esta reflexión ya que nos da un ejemplo de la ardua labor que tenemos, ser comprensivos, amorosos y sobre todo no juzgar sin conocer las razones de los comportamientos de los estudiantes no podemos hacernos los de la vista gorda y dejar pasar la dificultades como si nada, por que en nuestras aulas tenemos a los futuros profesionales; y de nosotros mismos depende que imagen queremos dejar en sus mentes para toda la vida.
Debemos crear espacios donde ellos se sientan importantes y sobre todo hacerles sentir que sus ideas, opiniones también lo son, permitiéndoles desarrollar sus habilidades y sobre todo como docentes de tener la disposición, la flexibilidad y el amor para guiarlos.
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